Из блога Родриго Кортеса.
www.clubcultura.com/diariode/2548/RodrigoCort%C...
¡Despierta, imbécil! 18/05/2011

Hace unos años hice una película que casi nadie vio. A mí me gusta llamarla CONCURSANTE, pero la gente suele añadirle un artículo que, por lo visto, le hacía falta. Como parte de su estrategia de marketing (o ausencia de ella) se diseñó una campaña viral con el nombre de «¡DESPIERTA, IMBÉCIL!», y un servidor elaboró varios teasers, pequeñas cápsulas protagonizados por Leonardo Sbaraglia, en que Martín Circo Martín, el personaje que habitó durante varios meses, lanzaba píldoras en forma de bala sobre su particular manera de procesar la realidad. En su momento, y me refiero a hace cuatro años, poco se hablaba de lo que hablaba Martín, y CONCURSANTE fue calificada por algunos de ingenua, estúpida, vacía, o, como mínimo, innecesaria, adjetivos que, a fuer de sinceros, calzan a la perfección con mi propia existencia.

También elaboré un rabioso decálogo, un pretendido manifiesto fundacional, firmado con furia por Martín Circo, que alguien ha devuelto a mis manos esta mañana y a alguno quizá haga gracia. Como decía Lynch a través de Laura Dern en Blue velvet: “es un mundo extraño…”.

¡DESPIERTA, IMBÉCIL!: MANIFIESTO FUNDACIONAL
Son tiempos oscuros, tiempos de sueño e inconsciencia, tiempos de hipnosis colectiva. Son tiempos extraños. Con entusiasmo suicida, nos entregamos en manos de imitadores de sacerdotes: políticos acéfalos y obedientes, servidores de falsos dioses, que no dudan en sacrificar víctimas inocentes a cambio de casonas reformadas con gimnasio y jardín.

Es hora de reaccionar, es hora de abrir los ojos y enfrentar la realidad. ¡Despierta, imbécil! ¡Tienes que enfrentar el mundo!

Qué es y qué no es «Despierta, imbécil»…
читать дальше

И еще.
Los fantasmas no existen 20/12/2010

Los fantasmas no existen, y eso lo sabe todo el mundo. Los padres lo saben, y, si hemos de ser sinceros, los niños también lo saben. Los niños no le tienen miedo a los fantasmas, y lo sé porque yo mismo no les tengo miedo, cuando me asustan, más o menos, las mismas cosas que me asustaban de pequeño. No de forma consciente, claro, y no las cosas normales, a las que uno se enfrenta mejor cuando pasa cierto tiempo y se aburre de estar asustado, me refiero a las cosas que dan miedo, miedo irracional, las que hacen que uno se envuelva en la manta con la única, precisa, impecable técnica que garantiza la protección de un cuerpo desechable.

A lo que tienen miedo los niños es a los monstruos. Que sí que existen.

читать дальше